Cinco poetas argentinos

Selección y presentación Fredy Yezzed

Una de las fortunas que trae el viaje es la oportunidad de estrechar las manos de los hombres y conocer el contexto que respiran y los inspiran. Es de esta forma que comparto estos cinco poetas argentinos, quienes aparte de forjar una obra singular y en constante crecimiento -en uno de los países cuya tradición literaria más pesa a nivel continental-, rescatan y comparten el fuego. Es este el rasgo que destaco de estos poetas, aparte de los que conciernen a sus escrituras, que es aún harto difícil puntualizar por motivos de espacio. Si hay algo que me ha impresionado de los poetas jóvenes argentinos es su deseo insaciable de salvar la memoria. Desde sus diferentes proyectos editoriales, sus labores en la gestión cultural y sus palpitaciones personales rescatan libros y autores argentinos que –a  su inteligente juicio- consideran que deben ser leídos y reivindicados. Es una generación que confía más que nunca en otra tradición, en un legado que había estado escondido, pero vivo, y que no es el de los nombres ya consagrados. Crecen tomados de la mano de otros Nortes. Es así como Emiliano Bustos –hijo del cardinal Miguel Ángel Bustos- y Carlos J. Aldazábal desde la editorial independiente “El Suri Porfiado” le han apostado a reeditar al poeta pampeano Juan Carlos Bustriazo Ortiz (1929-2010) y al santiagueño Bernardo Canal Feijóo; autores relativamente desconocidos en Latinoamérica y que ellos han olfateado como nuevos ejes. El otro ejemplo le compete a Julián Axat, quien desde su naturaleza solidaria y comprometida en el rescate de la memoria argentina, a través de la editorial “Libros de la talita dorada”, ha publicado poemarios de escritores desaparecidos durante la última Dictadura Militar Argentina. Dos de esas obras rescatadas: el poemario “Hubiera querido” de Rosa María Pargas (poeta secuestrada el 16 de agosto de 1977) y el libro “Cuando seas grande” de Luis Natalio Elenzvaig, (Buenos Aires el 3 de julio de 1938, quien fue secuestrado el 19 de mayo de 1977, desconociéndose aún su lugar de cautiverio). En palabras del mismo Julián Axat: “Todo esto se presenta, si lo pensamos a fondo, como un problema de "justicia" de tipo poética”.
Es así que esta prometeica generación –para ejemplo de todos los poetas latinoamericanos- van más allá del trasnochado despotricar contra los centros editoriales, pues con ojo crítico emprenden contra viento y crisis económica sus proyectos independientes: con el único fin de rescatar el fuego, compartirlo y construir el propio.

Fredy Yezzed. Bogotá, 1979. Escritor colombiano radicado en Buenos Aires desde 2008. Libros publicados: “La sal de la locura” (Premio Macedonio Fernández, Buenos Aires, 2010), “Párrafos de aire: Primera antología del poema en prosa colombiano” (Editorial Universidad de Antioquia, Medellín, 2010). Actualmente, adelanta con el poeta Julián Axat el libro “Antología salvaje: Poesía joven de Colombia y Argentina” que espera publicarse en el mes de mayo de 2012 en Buenos Aires.

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SILVIA CASTRO
(General Roca, Argentina, 1968)

Pehuén

La sequía nos trajo hasta aquí
con las manos unidas formando un cuenco

pedimos tu fuego
para llegar al sitio
donde las aguas mugen

somos sagrados
nuestra abundancia está en los cuernos


Del libro: La selva fría, 2006.

Silvia Castro. Poeta patagónica que reside en Buenos Aires desde 1993. “La Selva Fría” es su primer poemario publicado. Tiene dos libros inéditos “Isondú” y “Puelches”. Integra el consejo de redacción de las revistas “El Camarote” y “La Costurerita”. Coordina ciclos literarios en el Centro Cultural de la Cooperación de Buenos Aires.

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CLAUDIO ARCHUBI
(Mar del Plata, Argentina, 1971)

Vórtice
Dios era un enorme agujero por donde se perdía la última calle de esta ciudad.
Volaban y venían de él algunas palabras mías y de los otros, semejantes a
mosquitos que entran y salen por una ventana abierta.
Yo era una rata.
Hojarasca, bolsa de nylon, afiches borrados, agua de las terrazas.
-No estoy solo- me decía -. No estoy solo.
Flotaba hacia él. Parado sobre un trozo de cartón, seguía a un barco de papel
blanco iluminado por la luna.


Del libro: Siete maneras de decir tristeza, 2011.

Claudio Archubi. Es doctor en Física e investigador del CONICET. Fue colaborar de las revistas “Hablar de poesía” y “La pecera”. Publicó “La forma del agua”, libro de cuentos (Bahía Blanca, 2010).

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EMILIANO BUSTOS
(Buenos Aires, Argentina, 1972)

Leyenda

Soy un hombre distraído:
No podría manejar una cortadora de carne.

El dedo, en parte, depende del ojo. Y no estamos
hablando de una relación formal, de
unos goznes de oro chirriando para
la mirada hermosa.
Es algo que se puede contar, como si dijeras:
“adentro de la caja cabe un libro más”.
Es algo que le podés contar a tu hijo
y él a su nieto.

“Soy un hombre
distraído: No podría
manejar
una
cortadora
de
carne”.

Del libro: Falada, 2001.

Emiliano Bustos. Poeta y dibujante. Publicó “Trizas al cielo” (Libros de Tierra Firme, 1997), “Falada” (Libros de Tierra Firme, 2001), “56 poemas” (La Carta de Oliver, 2005), y “Cheetah” (El Suri Porfiado, 2007). Compiló y prologó “Miguel Ángel Bustos. Prosas, 1960-1976” (Ediciones del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, 2007). Su último libro es “Gotas de crítica común” con “Libros de la talita dorada”, 2011.

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CARLOS J. ALDAZÁBAL
(Salta, Argentina, 1974)

I
Padre mío,
que estás en alguna parte
de mi sangre emplastada,
santifica mis glóbulos blancos,
ven a mis vísceras, mis úlceras,
haz que mi voluntad te olvide
y págame las deudas, los miedos, los pecados.

Con palabras
no me libres del mal
                        a menos que se pueda.


Del libro: Heredarás la tierra, 2007.

Carlos J. Aldazábal. Poeta, ensayista y cantautor. Reúne sus primeros cuatro poemarios en la antología “Heredarás la tierra” (El Suri Porfiado, 2007). Su último libro es “El banco está cerrado” (El Suri Porfiado, 2010). Es coordinador del “Espacio Juan L. Ortiz” del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y forma parte del Consejo de Redacción de “La costurerita”. Vive en Buenos Aires.

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JULIÁN AXAT
(La Plata, Argentina, 1976)

XLIII
Ya no duele repetir momentos,
volver a la trama, hacer madeja de minutos
y enredarme a ser varios al mismo tiempo.

Duele sí en el regreso,
saber de los temblores y rastros que aquí dejaste,
pero duele, principalmente, tu decisión inalterable:
que todo empiece o todo termine.

Del libro: Peso formidable, 2003.

Julián Axat. Publicó: “Los Albañiles” (La Plata, 1994), “Peso Formidable” (Zama, 2003), “Sevarios” (Zama, 2005), “Médium” (Paradiso, 2005) y “Si Hamlet duda le daremos muerte. Antología de poesía salvaje” (Libros de la talita dorada, 2010). Actualmente vive en City Bell, Provincia de Buenos Aires.