Adiós a Eddy Armando

Por Eugenia Sánchez Nieto
(Poeta y Actriz del Teatro Experimental LAMAMA, en la década de los años 70)

Nuestro querido amigo y genial director del Teatro Experimental La Mama Eddy Armando, se nos fue a los 69 años de edad. El pasado 31 de Diciembre de 2011 muere de un infarto cardio-respiratorio. Más de 40 años de labor artística, cerca de 60 obras montadas, son el gran legado que deja este actor, dramaturgo y director colombiano. Su teatro fue experimental, crítico, de creación colectiva, de imágenes fuertes y reveladoras con propuestas de vanguardia en el mundo teatral colombiano y latinoamericano.  Su obra más reciente es el  Homenaje a Gabo, estrenada en el 2011.
Dirigió por 39 años el emblemático Teatro Experimental La Mama, en Bogotá.
En sus cuarenta años de labor artística participo en la actuación , montaje y dirección de cerca de 60 obras de teatro, giras por Europa, Estados Unidos, Centro y Suramérica y el Caribe donde representó y dejó muy en alto el nombre de nuestro país; además incursionó en el montaje de teatro infantil y de títeres; realización de laboratorios de investigación teatral, talleres y seminarios.
Se destacan en su producción las obras: El Abejón Mono, Chaupi Punchapi Tutayaca, Joselito Carnaval, Faunabula de un Ecocidio, Los Tiempos del Ruido, La Incertidumbre del Amor, En Sueños de Bolívar, La Melodía De Hamelin, Arrebatos de Mujeres, Entre Besos y Peloteras, Las Impurezas del Amor…Un Bolero, Ahí Les Dejo Su H… P… Vida, Espíritus Migratorius, creada y estrenada en San Francisco California, Memorias de Salomón y Homenaje A Gabo: El coronel no tienen quien le escriba cercado por la memoria de mis putas tristes.
Que sea este poema escrito en el 2008, Celebrando los 40 años del Teatro LA MAMA,  un reiterado homenaje a la memoria de Eddy Armando.

MIRADA RECOBRADA
Para Eddy Armando

Allí se tejían las claves de la vida
danzarines  sin miedo hablaban al oído
                                       de espectadores silenciosos
cuanto trabajo y algarabía
la voz de los ausentes vuelve lentamente
desde el día hasta la noche
nos entregábamos incansables en la búsqueda de imágenes:
mantas de colores, caballos, hombres gigantes,
                                          paseaban por un espacio de ensueño
hombres torturados, mujeres sensuales, ladrones perdidos
se escurrían con sus voces al oído de espectadores inquietos
la música como telón de fondo
el cuatro y las guitarras iluminaban pasajes olvidados
allí se tejían las claves de la vida
se daban cita los hijos del desamparo y la tiniebla.

Éramos uno agitando nuestras banderas
estábamos los tristes abiertos a la risa 
era difícil dar con la clave, con el tono, con la atmósfera
pero allí permanecíamos más allá de la noche
                                                 intentando develarla
olvidados de sí, entonábamos cantos
                         nos adentrábamos en  lugares imaginarios  
concentrados nuestros personajes nos tomaban
visitábamos lugares perdidos:
hombres bestiales con puñales al acecho
líderes trágicos al borde de la nada
mujeres risueñas con la desfachatez del calor
montábamos sobre caballos al ritmo del cuatro y la guitarra
allí se tejían las claves de la vida
los hijos del desamparo y la tiniebla
éramos soñadores sin descanso, cazadores expectantes
                                                                    habituales errantes.