Entrevista con Yolanda Castaño


“La belleza corrompe”
Con-Fabulación conversó con la poeta y guionista gallega Yolanda Castaño invitada al Festival de Literatura de Bogotá 2011, quien leerá sus poemas el sábado 29 de octubre en el Teatro Julio Mario Santo Domingo (Av calle 170 No 67 – 51) a las 3 pm en compañía del escritor y traductor austríaco Christoph Janacs. Aquí este diálogo como preámbulo a la ceremonia de su palabra poética.  

 “La belleza corrompe”, dices en tu poema “Historia de la transformación”. Este objetivo estético que para los griegos permanecía aliado a lo armónico, para ti está provisto de un carácter aciago...
Mucho han mudado las cosas —lamentablemente— desde aquella sociedad griega! Puede que la belleza se haya ido cayendo de la vieja tríada clásica. Reflejada en la sociedad actual —mucho más socialmente corrupta y desconfiada— me parece ver a la belleza levantar más suspicacias que respeto, restar credibilidad, hacerse sinónimo biunívoco de superficialidad y provocar recelos. Esa ha sido la experiencia que yo he podido observar. Al menos, cuando se maneja en ámbitos supuestamente “intelectuales”, donde suele tener bastante mala prensa...

El poema es el amor realizado del deseo que permanece deseo”, había dicho genialmente René Char. En tus poemas el deseo es recurrente… ¿Qué podrías agregar sobre ese animal que nos vigila sin piedad?
Que sin él —en todas sus múltiples formas— estaríamos muertos y muertas. Cuando no existe deseo nada se puede alcanzar, las cosas y sus emociones pierden sentido. Cuando todo nos es dado nada nos mueve, y precisamos de ese perpetuo combustible para nuestro íntimo motor. Que nos dure mucho el deseo, que sea largo y multiplicado para no dejar de proponernos retos que hagan de nosotros algo mejor.

Naciste poco después de la muerte de Franco, en una época que despertaba de una petrificación de cuatro décadas. La droga como divertimento o aguda forma de la percepción, y la liberalidad en conductas antes proscritas generan imágenes en tu poesía...
Aunque efectivamente yo ya no conocí otra cosa que democracia y por lo tanto no tuve la sensación de algo nuevo, me doy cuenta de que había que aprender a manejar la libertad, a modelarla desde la imperiosa y delicada práctica de responsabilidad, a decidir lo que queríamos, a encontrar quienes éramos. La libertad es a veces un pájaro delicado entre nuestras manos, a quien no sabemos bien cómo alimentar. Pero soy plenamente consciente de que es el único oxígeno que hace la vida posible, y es un deber ejercitarla y cuidarla como un serio tesoro también.

Durante las últimas décadas ha surgido en el universo femenino la moda de una escritura de provocación erótica. ¿Es que la mujer empieza a descubrir poéticamente su cuerpo o una frívola tentativa de eficacia mediática?
No creo que ninguna poeta honesta escoja sus temáticas en base al mayor rendimiento mediático, en absoluto! Y lo frívolo es —precisamente— el pensar que se pueda responder a “una moda”. La poesía es una pulsión mucho más honda, esencial, casi necesaria. En ella habla más bien lo que no podría callar de otro modo. Así es que, en determinado momento, el cuerpo femenino necesitó alzar la voz que se le había negado y conquistar espacios que le habían sido ajenos. Nuestro cuerpo y nuestro deseo pasaba de ser objeto pensado a sujeto pensante. Con todo, en Galicia y en España esta tendencia ha resultado ya superada —o sometida a una decidida evolución— desde hace más de diez años. En mi propio caso, hace unos catorce que no escribo un poema de temática erótica.

¿Cuál es tu definición del viaje, misteriosa forma temporal, que ejercitas con tanta febrilidad?, ¿y cuál paraje de los últimos que has visitado te ha trastornado poéticamente?
Aciertas de pleno cuando lo calificas de “forma temporal” porque en el viaje, paradójica y sorprendentemente, mientras muda para nosotros de un modo evidente la perspectiva espacial, al final no lo hace menos la del tiempo: el que viaja o la que viaja carece apenas de pasado, es ya sólo presente y futuro inmediato, suspendido en una realidad fuera de la propia. Viajar es lo más parecido que se puede hacer a emborracharse sólo que sin resacas del día después, es vivir doblemente, es sentir al cuadrado.
Algunos de los paisajes que me han conmovido más en los últimos tiempos podrían ser el templo de Angkor Wat al atardecer, la antigua gloriosa ciudad abandonada de Palmira o la Laguna Azul en Islandia.

¿Adviertes alguna diferencia sustancial entre la poesía que se escribe actualmente en España y la realizada en América Latina?
Aunque a algunos les cueste admitirlo, parece evidente que actualmente la mejor poesía que se está escribiendo en español no es la que se produce en la Península Ibérica. La poesía latinoamericana es capaz de un frescor, una especie de perplejidad transcendente, de fantasía libérrima, de arrojo visionario difíciles de encontrar en la España de hoy. Afortunadamente hay honrosas excepciones que compensan la balanza, pero no pocos/as poetas españoles actuales resultan voces cargadas de lecturas y referencias, con un excelente, correctísimo oficio, pero a veces incapaces de zarandearte como lector, de aportar algo nuevo o de “mojarse”, lanzarse al vacío (incluso si alguna que otra vez meten la pata, lo que también está muy bien). En descargo de todo esto y sin querer pecar de chauvinismo, he de decir que —quizá por todo esto— siento más cerca incluso de Latinoamérica que de España a la poesía que se escribe hoy en día en Galicia en gallego (que obviamente es otra literatura y responde a otra tradición). Y os animo a conocerla y comprobarlo por vosotros mismos!

Yolanda Castaño nació en Santiago de Compostela, Galicia, España, en 1977. Poeta, videocreadora y articulista de opinión en varios periódicos y revistas gallegas. Es Licenciada en Filología Hispánica, ha realizado también estudios audiovisuales. Por su obra poética ha obtenido los siguientes galardones: Premio Espiral Maior, Premio Nacional de la Crítica (1999) y Premio Ojo Crítico (2009).
Dirigió, presentó y elaboró los guiones de su propio programa de TV dedicado a las vanguardias artísticas gallegas: “Mercuria”, por el que fue galardonada como “Mejor Comunicador/a de TV 2005”. En 2011 recibió dos Becas Internacionales de Creación en Residencia en instituciones de Rodas (Grecia) y Munich (Alemania). Poemas suyos han sido traducidos (en libros colectivos o revistas) al español, euskera, alemán, italiano, francés, inglés, árabe, chino, ruso, lituano, polaco y japonés. Es autora de: Elevar as pálpebras (Premio Fermín Bouza Brey, Espiral Maior, 1995); Delicia (Espiral Maior, 1998); Vivimos no ciclo das Erofanías (Premios Johán Carballeira y Nacional de la Crítica, Espiral Maior, 1998); Vivimos en el ciclo de las Erofanías (Huerga & Fierro, 2000); Edénica (antología personal + CD con versiones cantadas de sus poemas, Espiral Maior, 2000); O libro da egoísta (Galaxia, 2003); Libro de la egoísta (Editorial Visor, 2006); Profundidade de campo (XV Premio de Poesía Espiral Maior Espiral Maior, 2007); Profundidad de campo (Premio Ojo Crítico de Poesía 2009, Editorial Visor, 2009).