El juego de la interpretación

Edvard Munch: “Pubertad, 1894”. Galería Nacional de Oslo.

Si toda obra maestra surge de una mala interpretación como lo proponía Harold Bloom, de una lectura oblicua de la pieza original, de una perspectiva anárquica que produce una riqueza distante del canon, la lúdica propuesta por Con-Fabulación, que busca confrontar tiempos y estilos, para constituirse en un homenaje a las fuentes, es además un diálogo secreto con un artista del pasado que permite fertilizar las aguas de nuestro devenir.
Esta recreación de algunas piezas maestras del erotismo, donde cada pintor invitado se esfuerza por traducir a su lenguaje un cuadro que lo perturba, ya ha producido las primeras simientes, a partir de obras de Miguel Ángel (Leda y el cisne) y de Leonardo (Estudio sobre la mecánica de los orificios del cuerpo), que ahora residen en nuestra página virtual, ejecutadas por los maestros Eduardo Esparza y Pedro Alcántara Herrán, y que han despertado como pocas veces en nuestros cuatro años de existencia en la Red, un alud de mensajes de pintores y estudiantes de arte, que en diversas latitudes festejan este experimento poético.