Poesía colombiana – Antología (1931 – 2011)


Publicamos una nueva muestra de los autores compilados en el libro de reciente aparición: Poesía Colombiana (1931 – 2011), prologado y seleccionado por Fabio Jurado Valencia, proyecto ganador de la convocatoria Leer es mi Cuento del Ministerio de Cultura. Aquí, 6 de los poetas que hacen parte de la extensa antología de reciente aparición, ya distribuida en las más importantes librerías de Bogotá.


Eduardo García Aguilar

Ars mexica
La oscura india con sus gruesos labios
nombra los secretos de su raza
junto al soporte ritual del sacrificio

En el moderno templo de antropología
niños de la noche prehispánica
corren avorazados entre mariposas
tras sus piernas de piedra semiocultas
por la extremada minifalda

Habla con la seguridad de su belleza
su firme seno entre la blusa verde
mientras el sol de julio cruza las ventanas
y roza los pies de la Coatlicue

Negra y porosa la piedra del Popocatépetl
labrada en su delirio por Mexicas
absorbe su docta clase autóctona
en la lengua brutal de su Cervantes

Aceites de su piel indígena
humedecen las rutas de su cuerpo
y Tláloc –Dios de lluvia– languidece
entre secos arbustos que se encienden


Eugenia Sánchez Nieto

DAVID
En su delirio provocado por la enfermedad
se descubrió de otra manera
nunca volvió a ser el mismo
se transformó complejo y ambiguo
el vértigo de lo infinito
el sentimiento de extravío
las imágenes extrañas de los seres y sus cosas
                                                               lo visitaban
instaurando una conciencia insoportable
el sueño aparecía como un cierto bienestar
sobrecogido subía unas escaleras sin término
ángeles escandalosos lo agobiaban con propuestas deseables
mujeres inalcanzables miraban tras la máscara
bellas parejas se mecían en el aire
las palabras no lograban develar su búsqueda
en silencio observaba aterrado la realidad de su vacío.


Orietta Lozano

INTERIOR
Georg Trakl…
Tu hermana llora
mientras recorre los dorados bosques
y su sombra se ahoga
en la orilla de los ríos.
El rojo crepúsculo ilumina una alondra
que vaga indefinidamente,
y en la noche como un acto luminoso
y necesario
se enciende una luciérnaga.
El cuerpo se alza liviano,
ningún sentimiento lo detiene,
y en un cuarto con olor a Dios y anfetamina
un muchacho sostiene
en su espalda el universo
y muy despacio cierra la ventana.
El viento configura mitos
y la felicidad se acuesta moribunda.
nadie parpadea…
¡como si fuera tan fácil escaparse!


Alfonso Carvajal

ESTACIÓN EN SAN JOSÉ DEL Guaviare
(A los que viven en la maleza, bajo el signo del infierno)

Las voces de las cigarras
salen de la boca de los árboles,
y se pierde el nombre de las cosas.
Tic-tac de relojes averiados.
En invierno el día muere antes de tiempo:
se retira temprano la sonrisa de la llanura.
Las hormigas se besan calientes en las paredes;
el río crece y se desdobla
como un pensamiento gris.
El pueblo está prendido por una sola vela.
El humo se agrupa itinerante
en las habitaciones maltrechas de la ansiedad,
y escapa por las chimeneas del susto:
comunión viciosa con la muerte.
El amor huyéndole a la soledad,
se cuela por una ventana vertiginosa.
En mitad del mundo
una fiera arde sumisa
en el desamparo de la noche.
No hay voz ni vela que alumbre,
hay un agua de madrugada.


Ana Milena Puerta

PLEGARIA SIN DIOS
Que la avidez del horror
nos consuma y nos suprima
si es que no fuimos capaces
de apagarlo
con nuestras pobres vidas
adormecidas por cantos blancos.
Que nadie espere
una salida diferente
a la de vadear juntos
la propia sangre
y rehacer el reino,
también,
con nuestras cenizas.


Jairo Alberto López

SUEÑO   
Mis párpados de nuevo se desploman.
Me hallo en un prolongado laberinto
de jardines flotantes.
Llueven pétalos desconocidos.
Aprisiono un girasol.
Su fosforescencia, se ha vuelto oscura.
Salto sobre un muro encontrando
el cuarzo violeta de la noche.
Resplandece el reflejo de la luna
en un acantilado.
Un río transita frente a mi ventana.
Caen sonámbulos colores.
El viento recoge los únicos pedazos
que quedaron de un diluvio.
En la pared algo vocifera y me despierta.
Nada veo después de esta imagen.
Soy yo tras mi sospecha.