Germán Villamizar


(San Jacinto del Cauca, departamento de Bolívar, 1953 - Bogotá, Colombia, 2011). Poeta, traductor y ensayista. . Ha publicado textos y poemas en revistas y periódicos culturales de América Latina. En la actualidad es profesor de literatura en la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá. En 2003 publicó el poemario  Silencio de la Huella.

LECCIÓN DE VIDA
Lugar común sin rostro en la poesía
bendición de un dios oficiante de venganzas
truco sin prestigio

Cualquier objeto permite ejecutarlo:
una carraca de burro
un labio de agua o de veneno
un hacha de alevoso filo
una lanza oxidada por el cielo
una espada en siniestra mano
una sierra mecánica
un lazo de extraña filigrana

Cualquiera puede ejecutarlo:
el hermano el ángel o el demonio
el amante una sombra de locura el carnicero
de avezada mano el discípulo

Cualquier sitio es adecuado:
la pradera la ecuación y la mañana
la bañera un campo de molinos
la orilla del río el árbol de la infamia
La muerte muere en su trance de difunta zurce huesos de largas madrugadas
de gritos y de filos de troncos y de manos abrazando el río
El alba luce un collar de vértebras
la niña se atraganta de cactus
nace un rito de sierras
Rueda el dado en el pantano se apresura la mano sin cuerpo
una bolsa negra habita el descampado y llueve… llueve olor de cuerpos
órganos sin dueño… huesos de colores brillantes bengalas de confusión
diluvio sin cuervos ni palomas…

Un truco antiguo como el mundo
De risueñas griegas nos llega la costumbre
Travesura de doncellas sin oficio
con tijeras de asombro y risa enrollándose en el hilo
se borra el cielo en la golosa se emponzoña el agua o el vino con mesura

Ahora es la pasión de un truco
y necesita un cómplice: la vida
***
LA NUBE ensombrece mi cabeza. Blanco tejido de lluvia, ¿hacia dónde me acorrala? No es suficiente gloriarse en la entreabierta corona de espinas. El arco se distiende en cada herida. Dura la sed en la memoria. Son y agua. Golpe de astillas en cada recodo de crepúsculos. La noche en el río buceando las desgracias. Morir en la estrella chapoteando entre las venas. Disolver los huesos zurcidos con ternura. Desvanecer el verso en la raíz sin centro del espejo. Náufrago de mí, ni siquiera soy dios para mentirte.

***

DICEN Raúl Gómez Jattin está loco y Jattin puebla el hospital psiquiátrico
es drogadicto y Raúl se acurruca entre los dioses
es marica y Gómez se entrega en solares alunados
a estudiar agujeros ignorados por Hawking.
Deshecho su corazón de mango
los gusanos saludan las hilachas
de la vida y de los libros
meandros de mierda silenciosa
de los habitantes del río

Gómez Jattin muele el dolor
en rotundos garabatos
y burla el bestiario del sexo enmascarado.
Estuprador de lectores
teje el tiempo en mecedoras de mimbre
y anida versos
en alas de ángeles clandestinos
y nubes
de un trunco abecedario
que lo habita y estrangula.