LOS CHICOS MALOS. Creo que el tema tratado por Chalarca reviste de peligro sin embargo quienes padecemos un mundo donde los niños van armados a las escuelas como aquí en Miami y donde pueden demandar a alguien por tocarle el hombro a un adolescente de 17 años (lo cual es ridículo) debemos luchar por una sociedad donde el sexo no sea penalizado para los mayores de 14 años pero sí los asesinatos; edad en la cual ya todos estamos preparados para amar y matar, como lo fue en la época de los abuelos. Así mismo creo que a partir de esa edad debe caer todo el peso de la ley para quienes cometen crímenes. Mariela Díaz, psicóloga
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LA PERVERSIÓN INFANTIL. Admiro el coraje del columnista Chalarca para tratar un tema satanizado en este mundo de dobles morales, donde los niños han sido convertidos injustamente en ángeles negando de un brochazo las investigaciones del psicoanálisis sobre sexualidad y sobre su condición humana, que los lleva muchas veces a zonas de la perversidad más radicales que los mismos adultos como se ve en este país donde abundan los sicarios adolescentes. No estoy avalando prácticas ilegales, pero creo que el tema debe ser tratado con más profundidad y sin sesgos positivistas. Fernando A. Orozco
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SEXO SÍ PERO NO VIOLACIÓN. Creo que el problema tratado en el número anterior del periódico está planteado en forma equívoca, porque todos estamos de acuerdo con despenalizar el sexo pero no la violación. Yo, como todas mis amigas de esta convulsiva sociedad española posterior a la dictadura, comenzamos a tener relaciones a partir de los quince años y muchas veces con mayores de edad, pero lo fundamental era que deseábamos hacerlo y no fuimos obligadas; otra cosa ocurre cuando los sacerdotes se involucran con crías inocentes forzándolos con artimañas horribles. Sexo sí, pero libre. Lucía Marcela Moreno
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MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA. Increíble que el mundo permita este nuevo genocidio en Libia. Los países de la OTAN están sedientos de petróleo y disparan desde sus cómodos aviones pero ahora que Gadaffi va derrotando a los rebeldes no toman una acción más firme en pos de los civiles, razón filantrópica por la cual iniciaron la guerra. Ya sabemos que un barril de petróleo vale más que un ser humano. Adriana Silva, Ibagué