Y no los devoró la selva” de Hugo Muñoz Ballesteros

Por Enrique Ferrer-Corredor
Esta es la voz de una familia de desplazados, de los desplazados de la primera violencia, de esa época conocida como La Violencia, el punto de partida de la violencia moderna en Colombia, para hacer un corte académico, de la larga historia violenta de nuestro país. Y esta voz, puede ser la voz de cualquier familia de desplazados de esa época, en este caso, de una familia que huye hace la frontera con el Ecuador; otros huyeron hacia Venezuela y la mayoría, a esconderse en los cinturones de miseria de las ciudades. El autor de este libro es un locutor quien presta su voz a un personaje con referencia en el mundo real, es el albacea de la historia dictada por el protagonista y escrita por el locutor como ejecutor de la maestría de la lengua y de la arquitectura del discurso. Los hechos: Idelfonso Muñoz huye con su familia, dejando Florencia (Caquetá), en los inicios de los 50s, en plena efervescencia de La Violencia. El partido liberal y sus líderes fueron perseguidos y asesinados por los sicarios de la época llamados “pájaros”. Idelfonso huye a través del monte y de los ríos en compañía de su esposa y dos pequeñas hijas, ayudado por los indígenas y campesinos, enfrentando los peligros no sólo por el temor de ser asesinado sino de ser devorado por la selva. Siendo él ingeniero, ha de recurrir a su sabiduría, a la ayuda de los nativos y de la suerte para llegar a establecerse finalmente en territorio ecuatoriano, donde va a permanecer por 40 años. Sus conocimientos y prestancia le van a conceder, tras muchas aventuras escalofriantes para sobrevivir, la vinculación con una compañía de petróleos.
Una imagen recoge el encuentro de esta familia con los nativos: un día los indígenas les ofrecen chicha, mascada por ellos para moler y fermentar la yuca; cuando Blanca, la esposa de Idelfonso, bebe la chica, encuentra un diente entre la bebida. El hecho la va a conmocionar al grado de no recibir alimento de los indígenas por algún tiempo. Idelfonso, establecido en territorio de ecuador fronterizo con Colombia, como todos  los desplazados de entonces y de ahora, padeció los avatares de la aventura, nunca dejó de ser un extraño, un extranjero. No obstante los sacrificios Idelfonso pudo desplegar su sabiduría y lograr el éxito.
En una visita a Colombia en 1995, Idelfonso narra, de tarde en tarde, sus memorias a su hermano Hugo Muñoz, de donde surge la  escritura de esta saga.  Idelfonso falleció en el 2005.
                                         
El Dr. Hugo Muñoz cursó estudios de licenciatura en Bethel College, McKenzie, Tenessee, maestría en Administración Industrial en la Universidad del Valle (Col.), y doctorado en la Universidad de Texas en los EEUU, donde vive desde hace 30 años con algunas estancias en Colombia y otros países. Ha sido director del Departamento de Lenguas en universidades de los estados de Texas y North Carolina. Actualmente es profesor de Hampton University.